Recuerdo momentos de mi infancia comiendo comida china con mi familia, las películas de Kung Fu que compartía con mi hermano y mi admiración profunda por Mulán. Y, sobre todo, cada uno de mis paseos al barrio chino de Buenos Aires a lo largo de los años. Conectándome de alguna manera con ese universo, es un lugar que siempre vuelvo. Chow es un homenaje a la cultura china que este año celebra el año de la serpiente. Es un diálogo entre mi historia y un universo visual que siempre me inspiró.
